viernes, 10 de octubre de 2014

Una vez

Una vez más vida... no me decepciones otra vez, porque esta vez, y por primera vez, si quiero que sea un "para siempre. Por primera vez, no me robes la sonrisa.

La vida te pone sorpresas...

Uno no se imagina, lo que el día traerá de nuevo. Quizás una sonrisa, quizás una lágrima, quizás una hamburguesa doble carne con queso y tocineta... nadie sabe nada del día de mañana, pero cuando decides dar un paso gigante en la vida, esperas, rezas, y sueñas, por estar dando del correcto.

El miedo a esto es normal, y quizás no es miedo, sino incertidumbre, es un nivel más bajo de miedo. Cuando te das cuenta que lo que hiciste es lo que querías, te reconfortas, pero nunca olvidas que no sabes qué traerá el día próximo. Millones de cosas pueden pasar, buenas o malas, y siempre habrá un poco de temor sobre hacia qué lado de esta autopista de dos sentidos irán las cosas.

Creo que el que tiene el coraje para enfrentar las decisiones propias, es el que ganará trofeos de vida en el camino. Quizás se equivoque un par de veces pero qué más da.

Rezo, no porque esta decisión sea la correcta, porque desde el fondo de mi corazón lo sé, así lo siento... pero rezo, porque el día de mañana la vida no me venga con una de esas sorpresas que siempre me ha tenido, donde termina llevándose todo lo que tengo y que me saca sonrisas, así yo haya hecho todo lo posible por ser diferente a todo ser humano del montón. Esta ha sido la historia de mi vida, pero por primera vez, en serio no quiero que esto cambie, y que sea para siempre.

Aunque la experiencia me dice que todo podría ser igual, yo decidí darle otra oportunidad al sentimiento, y pido a los cielos porque todo salga bien.

A veces se valoran a los buenos, a veces no... le pido a Dios, que se me valore por ser diferente... que la vida no me vuelva a tumbar, y que el rumbo, que cada paso, esté lleno de esta felicidad que siento cada mañana.