viernes, 13 de diciembre de 2013

Retrospectiva 2013



Bueno, saben que hago esto cada año, y como hoy viernes 13 no se hizo nada en la noche, y el ambiente y el ánimo se presta, decidí hacerlo esta noche.

Siempre pensamos en las cosas que están por venir, y nos perdemos muchas veces entre esos pensamientos, aún sabiendo que no somos adivinos para saber que pasará; pero pocas veces nos sentamos a pensar en lo que fue de nosotros y cómo llegamos hasta aquí. ¿Nos equivocamos en el camino? ¿Qué hicimos mal o bien? Si llegamos a caernos, ¿Nos levantamos? ¿O aún seguimos en el piso? Preguntas hay muchas, y no es que queramos vivir en el pasado... simplemente de vez en cuando debemos mirar nuestros propios pasos y aprender de ellos.

Este año fue de muchos altos y bajos, en mi caso, más que todo bajones, bastante grandes. Pero no seré pesimista porque ya han pasado, y se acerca un nuevo tiempo.

Los problemas vinieron sin nombre y apellido específico, o quizás si... el mío. Las responsabilidades que yo mismo anexé a mi vida, terminaron por traerme algunos problemas. Me quedó grande el camisón, como dirían algunos viejos por ahí. Decidí hace unos años, cuando regresé al país, afrontar la vida de una forma más seria, más adulta, porque supuse que era lo que me quedaba hacer, después de perder a mi madre.

Su importancia en la familia era muy grande, y yo asumí dicha responsabilidad pensando que era lo que me tocaba hacer. ¿Mi error? A nadie le pregunté, a nadie le pedí consejo, a nada le presté atención, solo a lo que yo creía. Debí haberlo pensado mejor, aunque no me arrepiento de nada de lo que hice, y creo que si me tocara vivirlo de nuevo lo volvería a hacer.

El peso de dichas responsabilidades terminó debilitándome tanto física, mental y hasta espiritualmente. Dejé de creer en mi de muchas formas, y en lo que podría llegar a ser, o a conseguir. Perdí mi estima propia, y llegue a hacerme daño con el solo hecho de no cuidar de mi salud, de mi peso, de mis hábitos... mi estilo de vida dejaba mucho que desear, y aún así, a nadie le pregunté, a nadie le pedí ayuda, a nadie le pedí consejo.

Mis padres, sobre todo mi madre, me enseñó toda la vida a ser independiente, a pesar de ser hijo único. Y me enseñó a resolver mis problemas por mi cuenta, pero a veces, necesitamos de alguien más. Alguien que nos apoye y nos anime, que nos levante un poco del piso si caemos de rodillas. Mis amigos trataron, y lo lograban, pero quizás no en la medida que yo lo necesitaba.

Producto de una rabia por la situación de mi país, decidí protestar de forma activa de la mejor forma que sé: haciendo uso de mis habilidades como ilustrador para hacer caricaturas y quejarme. De esta forma llegó a mi vida, un nuevo amanecer; no por el hecho de dibujar, sino por las personas que llegué a tocar con mi arte.

Conocí personas que se convirtieron en gente muy importante para mi, le pido al de arriba que las bendiga a todas.

Después de esto, mi vida ha sido una montaña rusa, pero el cambio ya estaba hecho. La metamorfosis se fue haciendo más y más radical, y me gusta decir que fue para bien. Ahora vivo mejor, y me siento mejor... solo me falta dejar de fumar jeje.

A veces la vida no te da las cosas que tu le pides, y los entes a los que normalmente le pides, como la luna, el de arriba, o en forma de broma al gran Thor, pareciera que no te escucharan. Esto es lamentable, porque soy un soñador.

Cuando parecía venirme a abajo de nuevo, la adrenalina y la emoción de un simple tatuaje, me hizo levantarme de nuevo como impulsado por cohetes. Por muchas semanas antes de esto, el asimilar muchas cosas, el recordar muchas otras, y el desear aún que algo pasara me habían puesto los días grises, pero un simple montón de tinta y un par agujas hicieron que despertara de nuevo.

Ahora, antes de terminar este año, que no fue de los mejores, tengo unos deseos inmensos de comerme al mundo, de hacerme dueño de él, y voy a darle la bienvenida a todos los que se quieran acercar a ver. Con uno de esos cambios radicales que siempre tengo, con un nuevo reto a la vuelta de la esquina, siento que estoy preparado para afrontar lo que sea; y aprovecho estas líneas para decirle al mundo, me conozcan o no, que voy a mudarme para el otro año de ciudad. No escapo de los problemas, ni quiero abandonar a nadie, ni voy en búsqueda de nadie; solo quiero respirar nuevos aíres, y ver los problemas desde otra perspectiva.

Esto fue mi año. Me despedí de todas esas grandes responsabilidades, y me quedé con las que de verdad me tocaban, con las que representan un crecimiento para mi, y con ellas espero vivir más tranquilo.

Le pido a la luna, a Dios, y al poderoso Thor y al gran Odín, que me bendigan en esta nueva cruzada... Soy un guerrero, y siempre lo seré.

Bienvenido seas 2014... Cuanto te tardaste eh?!

No hay comentarios:

Publicar un comentario